miércoles, 10 de marzo de 2010

Absurda Valentía

Para ti, que no te conozco, pero como muchas personas; vives cosas con sabor agridulce.





No tengo miedo a mirarme al espejo.
No me da miedo el futuro.
No tengo miedo de nada.
No, contigo.
No, en tu mundo.


... No entiendo...

Las paredes de nuestro mundo se derrumban aún con las ganas que tengo de seguir nuestro camino. Tenemos algo que crear, paredes que dibujar, cosas que aprender y enseñar. Al final de la jornada diaria nos espera lo inesperado. Se que allá, donde está nuestra felicidad llena de esperanza, está no muy lejos, pero tampoco no muy cerca, no tan difícil pero; tampoco tan fácil. Quiero alcanzar el sueño de los dos...

... Sigues sin entender mi propósito...
Se supone que la lucha es de los dos... No?

Así lo estuve soñando este tiempo. Después de tanto tiempo de ideas, ilusiones... Mis sueños se consumen como el fuego consume la mecha de una vela, lenta e ilusamente, sin más nada que hacer, sin más nada que contemplar.
Quizá me toca la batalla a mí sola pero el camino lo elegimos los dos.
Se que estás, pero no como yo quiero.
No quiero estar sin tí. Eso no lo tengo en mente.

Mis paredes se derrumban.
Siento que el "Adiós" pronto tomará gran parte de mi terreno y derribará todo a su paso y no tendré más remedio que aceptar las consecuencias...
Pensar que ese momento llegará en cualquier momento tiene un nudo en mi garganta.
Tu presencia estimula mis ganas.
No quiero ser la chica del corazón roto.
No, contigo.
No, en tu mundo.

La realidad se me hace agridulce. Tengo una felicidad que compartir y tú como en otro mundo, como si no pasara nada.

No quiero estar así.

No en este momento.

Esta tristeza que quema poco a poco no estaba en mis planes, las promesas fueron otras.

No ahora cuando te necesito.

No aquí, no hoy...

No mañana.

No...

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