miércoles, 30 de junio de 2010

Entre Tontos

(Se abre la puerta)
Ella: ¿qué estás haciendo aquí? Te hacía dormido…
Él: no puedo dormir...
Ella: ¿por qué? ¿qué te quita el sueño?
Él: (piensa unos segundos) soy un tonto.
Ella:(lo sé) ¿por qué lo dices?
Él: no quiero irme de aquí...
Ella: (callada)
Él: sé que cuando amanezca todo acabará.
Ella: aún es temprano...
Él: pronto saldrá el sol.
Ella: no te preocupes... Puedes irte al mediodía que aún la casa estará vacía...
Él: ¿acaso no entiendes mi propósito?
Ella: (ignoro tu propósito) ¿acaso crees que no tengo alma?

Él: (estoy cansado de pensarlo) no, nunca he dicho eso.
Ella: pues así debes sentirlo (como si no lo supiera)
Él: tomaré una ducha y me iré.

Ella: ¿por qué? Quiero tener sexo una vez más.

Él: ¿acaso crees que no tengo alma?
Ella: (deja de leer, sube la mirada y analiza un poco)
Él: no te quedes callada, me mata tu silencio.

Ella: me mata lo que eres...
Él: ¿cómo soy?
Ella: has sido lo mejor, y no lo comprendo...
Él: ¿qué es lo que no comprendes?
Ella: tu compañía, tus ganas de seguir aquí.

(Silencio en la habitación unos minutos y ella continúa)
Ella: no puedo dejar de pensar en lo que me has convertido.

Él: esperanzas... ¿te refieres a mis esperanzas?
Ella: me refiero a todo.
Él: (enciende un cigarrillo y se sirve una copa) ¿quieres?
Ella: la botella del fondo esta medio vacía, sírveme lo que queda por favor.
Él: no comprendo tu compañía.
Ella: complicado de explicar cuando me miras de esa manera.
Él: ¿qué tiene mi mirada?

Ella: tiene fe, mucha dosis de paciencia, cosa que he perdido con el tiempo. Los caminos, las fiestas, la gente, tal vez el alcohol y muchas otras cosas poco saludables me han hecho dejar de creer…
Él: ¿a que le temes?
Ella: al dolor...
Él: yo no dejaré que sientas dolor.
Ella: tampoco lo permitiré.
Él: ... Tan sólo si me dejaras... (Ella interrumpe)
Ella: no te dejaré hacer nada…

Él: ¿confías en mi?
Ella: no se trata de confianza.

Él: dime entonces de que trata (se le escapa un suspiro de desesperación)
Ella: seguridad.
Él: puedo hacerte mejorar…
Ella: ¿estoy muy mal cierto?
Él: si, muy mal... y quisiera... tan sólo sí te dejaras…
Ella: estoy cansada de dejar que hagan conmigo lo que les venga en gana.

Él: ¿qué hago para que no pienses eso de mí?

Ella: descuida, no lo pienso. No eres como los demás.
Él: (indignado coloca fuertemente el vaso sobre el escritorio) me parece que prefieres que sea como los demás.
Ella: no lo prefiero, tú sólo te convertirás.
Él: ¿cómo puedes estar tan segura?
Ella: créeme, ya me ha pasado.
Él: lo sé. Déjame demostrarte que no todo está acabado.
Ella: ¿cómo lo ... (el interrumpe)
Él: te he demostrado que no me importan tus fiestas, tu alcohol, tus malditas ganas inútiles de seguir aferrada a los malos encuentros. Hay gente que actúa y piensa diferente, me desangro de sólo pensarte.

Ella: (un poco indignada, sube la voz y hace notar su furia) pues si tanto te desangras ¿qué haces aquí? ¿A que vienes? ¿Qué es lo quieres de mí? Porque no es muy difícil adivinar que hace un hombre en casa de una mujer todas los días de 2 a 6 am.
Él: vengo de 2 a 6 porque así es como lo prefieres. Quiero dedicarte las 24 horas de mis días y me desangra pensarte porque por más que quiera significar algo en tu vida no lo puedo lograr, ya casi se cumplen dos meses de venir siempre a estas horas y no te das cuenta que son las mejores horas de mis días. He conocido cada parte de ti, de tus ganas, de tus pensamientos, de tu cuerpo. Y quiero continuar con mi búsqueda.

Ella: (una lágrima corre por una de sus mejillas y el no lo nota) ¿qué es lo que buscas?

Él: tu falta, es complicado porque no has querido. Me importas, y me importa lo que sientes y lo que te pase.
Ella: (exhausta, se sirve un vaso de agua y las lágrimas siguen su rumbo hasta abandonar su rostro) continúa.
Él: quiero preguntarte algo.
Ella:(afirma con una mirada)
Él: ya casi se cumplen 2 meses. Desde mi primera vez aquí, ¿cuántos hombres han venido a llevarte a la cama?

Ella: (la pregunta tocó su alma y no pudo evitar el llanto)

Él: (muy molesto le sostiene su rostro y habla con un tono de voz muy alto) respóndeme... Tengo alma, ¿lo sabías?

Ella: lo sé. Y créeme que lo siento desde hace casi 2 meses...
Él: (impactado, sin palabras, sin saber qué hacer, se escapa nuevamente un suspiro de desesperación) tomaré una ducha y me iré, creo que tienes cosas que pensar.
Ella: aún no quiero que te vayas.

Él: son más de las 6, mi turno acabó.

Ella: (la decepción se apodera, se levanta de su escritorio y se para frente a su ventana, buscando después su cama, escenario de noches de lujuria y sin darse cuenta, donde puso a riesgo sus sentimientos nuevamente) no me digas más nada, termina y vete, deja la puerta abierta, no quiero escuchar cuando te salgas.
Él: eso haré. Estoy acostumbrado a pasar desapercibido ante ti.


domingo, 13 de junio de 2010

The Blind Side

El coraje es algo difícil de encontrar.

Puedes tener coraje basado en algo tonto o en algún error. Pero no tienes que cuestionarlo con dudas ni a tu entrenador ni a tu profesor, ellos hacen las reglas.
Saben lo que es mejor, o tal vez no.
Depende de quién seas o de donde vengas.
No paso a los 600 que no se rindieron y lucharon hasta el final. Es decir, hasta enfrentar a la muerte; eso sí que es algo duro.

Por eso el coraje es engañoso.

Porque siempre haces lo que te dicen.
A veces ni quiera sabes por qué haces algo. Cualquier tonto puede tener coraje.
Pero el honor, esa es la verdadera razón por la que haces o no algo.
Es quien eres y tal vez quién quisieras ser.

Si mueres tratando de hacer algo importante, entonces tienes ambos; coraje y honor. Y eso es muy bueno.

Creo que por eso me atreví a escribir este ensayo, porque debes esperar tener coraje y hacerlo por honor, y tal vez sin necesidad que la gente te diga que hacer, encontraras las herramientas para lograrlo.

The Blind Side

Vivir Despeinada

Todos deberíamos atender estas frases con intensidad, sin poses, disfrutando cada momento, cada experiencia, cada afecto. Sin lugar a dudas, seríamos mucho más felices.

Hay que dejar que la vida te despeine.

El mundo está loco. Definitivamente loco…

Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro arruga. Y lo realmente bueno de esta vida... Despeina…

- Hacer el amor, despeina.

- Reírte a carcajadas, despeina.

- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.


- Quitarte la ropa, despeina.

- Besar a la persona que amas, despeina.

- Jugar, despeina.

- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.

- Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible…

Así que como siempre, cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado…

Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida.

Por eso mi recomendación a todas las mujeres:

·Entrégate...

·Come rico...
·Besa...

·Abraza...

·Haz el amor...
·Baila...

·Enamórate...

·Relájate...
·Viaja...

·Salta...

·Acuéstate tarde...

·Levántate temprano...

·Corre...

·Vuela...

·Canta...

·Ponte linda...

·Ponte cómoda...

·Admira el paisaje...
·Disfruta, y sobre todo... ¡¡¡Deja que la vida te despeine!!!

Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar...

35 Bujías

Sí.

Cuando quiera yo la soltaré.

Está presa, aquí arriba, invisible.


Yo la veo en su claro castillo de cristal, y la vigilan —cien mil lanzas— los rayos —cien mil rayos— del sol.

Pero de noche, cerradas las ventanas para que no la vean —guiñadoras espías— las estrellas, la soltaré. (Apretar un botón.)


Caerá toda de arriba a besarme, a envolverme de bendición, de claro, de amor, pura.


En el cuarto ella y yo no más, amantes eternos, ella mi iluminadora
musa dócil en contra de secretos en masa de la noche —afuera descifraremos formas leves, signos, perseguidos en mares de blancura por mí, por ella, artificial princesa, amada eléctrica.

Pedro Salinas. 1929

sábado, 12 de junio de 2010

¿De dónde?

De algún lugar vengo y no sé de dónde.

He perdido el rastro que conduce mi memoria, he ahogado mis sueños en mares de melancolía y aquí vengo, en blanco, sin nada, siendo nada.

No sé quién soy, identidad es una burla que se ausenta de mí, no sé porque, mis razones ya no son mías.

De algún lugar de donde no queda nada, y hoy frente a ti veo las estrellas que guiaron mis noches, tus ojos, lunas llenas, llenas de magia, de voces pasadas que se rebelan al silencio y cantan canciones de aquel lugar donde tal vez bailamos, donde quizá amamos, lugar que tal vez guarda el secreto de lo que soy, de quien soy, lugar que tal vez fue cuna de noches de pasiones que renacen suspirando marcando otro inicio.

Aquí estoy frente a ti, a tus ojos, soles que irradian esperanza, esperanza que me trajo a ti, para saber quién soy, para ser contigo.

miércoles, 9 de junio de 2010

Tic-Tac

El reloj avanza.
Y yo con mis penas al aire.
Lo que no sabes es, que si vuelves...
Podría detener la agonía que me lleva.
Es que no entenderás, la paciencia no te deja.
Yo sigo aquí, esperando por ti, y tu ni te das cuenta.

Mis escrituras tienen un mensaje.
Para ti todos, claro está.
Me jode que luego vengas, a decirme que no sabes.
Que no sabes, porque quizá, a veces te pasas de cobarde.
Y aburre, lo sé. Pero es lo que tengo, lo que puedo darte.
Si lo quieres ¡vaya! vas reina, si no lo quieres, déjalo, otro lo apreciará.
Sentada te espero, te espero y te espero.
Cruzada de piernas, te sigo esperando.
No es mi culpa que después de haberme perdido, vuelvas otra vez...
Otra vez y tenga que verte rogando.

No está en mi, sabes que no.
En mi mente no cabe la traición.
No se si estás acostumbrada a eso, espero que no.
Pero a mi manera yo sabría cuidarte y darte amor.

Debería cerrar el capítulo, ya, bastó.
En mis intentos de poeta quiero descubrir lo hermoso del amor.
Pero la vida me da una mala jugada, me caigo, y cada vez es peor.
Pero se que al levantarme habrán puertas que me abrirán el paso, quitaré mis dudas y todo estará claro.
Sí, definitivamente, sería conveniente un nuevo amor.

Huellas

Busco, observo y le pregunto al tiempo si es testigo de mis sentimientos, de este corazón que lentamente se parte en dos… Y esa mitad fue la que tú te llevaste.

.
No sé si es tristeza. Nostalgia quizá, o hasta alegría. Buscamos en el día a día ese sentimiento que nos inspira... No sé si al encontrarte pueda volver a abrazarte, busco en cada rincón recuerdos que nos dejó el más grande amor...

La vida pasa, deja huellas y busca un futuro que nos espera para abrirle paso a ese sentimiento que irremediablemente invadirá de nuevo...


Quisiera, decirte que espero por ti para declararme amante de tus besos… Son esos los que tanto anhelo, quisiera decirte amor lejano que donde estés te seguiré buscando.

Hoy me encuentro aquí mirando la luna y pensando en ti... Pensando en el futuro, en que si tú y yo no seguimos juntos este universo se hace absurdo...

Vida mía, piensa en mí que mi corazón entero es para ti.

lunes, 7 de junio de 2010

Sin Destino

Di que mi nombre fue una palabra que nunca se escuchó, que nadie pronunció, una palabra que no tuvo sentido.

Porque eso ha sido mi nombre con la ausencia de tus labios, de tu voz.

Di que mi existencia fue una ilusión no pensada, una burla triste y gris, que fue un intento de desafío que nadie intentó.

Que fui un fantasma que tembló de miedo ante los fantasmas que daban miedo.

Di que fui un deseo jamás deseado, que me quedé en el país de los nadie, recorriendo las veredas que no existieron y que nadie recorrió. Porque si no logré encontrarte mis pies nunca andaron.

Di que no tuve alma, que no quice tenerla, que la obligué a huir porque me estorbaba sin ti...

Di que no tuve destino.

... Inevitable


Es inevitable sentirse bien, cuando algo salió como lo planeaste.

Es inevitable sentirse bien, cuando puedes dormir más de lo que debes de lunes a viernes.

Es inevitable sentirse mal, cuando haces lo que no debes.

Es inevitable sentirse mal, cuando alguien que aprecias llora y no sabes las razones.

Es inevitable sentir el viento.

Es inevitable sentir el agua correr por tu cuerpo.

Es inevitable no pensar antes de dormir.

Es inevitable no pensar que no puedes, cuando en realidad tienes la capacidad de agarrar el mundo en tus manos y besarlo si quieres.

Es inevitable no pensar en lo cansada que estás, cuando tu día ha estado saturado de trabajo.

Es inevitable que te arrollen las penas, cuando te sientes triste.

Son inevitables las palabras, la vida, los miedos.

Es inevitable, sentir miedo. Miedo que es emocionante depende de la perspectiva que lo miremos.

Inevitables los efectos, las miradas, los sentimientos.

Inevitable las dudas, las lágrimas, y hasta lo inevitable.

Es inevitable que no te pisen las agonías.

Es inevitable no sentirte vacío cuando no eres correspondido.

Y es que...

Sigo pensando en lo inevitable que es, no sentir que la ausencia te desgarra el alma.

Inevitable no reconocer la belleza de la luna cuando está llena.

Es inevitable no decir lo rico que son los olores de la lluvia.

Inevitable las fugas, los abrazos, la sed.

Es inevitable no sentir excitación cuando besas mi cuello...

Inevitable las camas, los sonidos, los poemas.

Es inevitable reconocer lo difícil que es decir ¡¡NO, SE ACABÓ!!

Inevitable las voces, lo absurdo, los recuerdos. Las calles solitarias, los cigarrillos, las resacas.

Inevitable las nubes, sus formas, los relámpagos. La arena, los niños, las sonrisas.

Inevitable amar, ser amado.

Inevitable no querer saber el fin del mar, del espacio, del cielo.

Es inevitable decir que estás bien, cuando estás mal sólo para no dar explicaciones.

Inevitable el pasado, el silencio, el tiempo. Los espacios, las puertas, los ancianos.

Inevitable creer, quedarse dormido, llegar tarde a las reuniones.

Es inevitable el deseo.


Inevitable el camino, los indicios, los paisajes.

Inevitable no distraerse, despejarse, despreocuparse.

Inevitable los ríos, los capullos, el sol.

Inevitable... El Amor.

Inevitable... Hacerse el fuerte.

Inevitable... Querer pasar desapercibido.

Es que...

Sigo tratanto de entender lo inevitable. Los cuentos, las peleas, las relaciones. Las llamadas, las canciones, las caídas.

Las pesadillas, las musas, los sueños.

Pasa que...

Inevitable son las cosas que queremos evitar.