miércoles, 30 de noviembre de 2011

Querido Jhon. Nicholas Sparks

Cuando uno activa el engranaje de determinadas acciones, se siente invadido por una asfixiante sensación de desasosiego, casi de remordimiento, que no logra aplacar hasta que averigua la verdad.




jueves, 24 de noviembre de 2011

Silencios...


Nota: El siguiente texto fue creado gracias a las experiencias de una gran amiga de infancia. Tal vez tú no lo entiendas, pero no te preocupes... Yo tampoco lo entiendo, simplemente; salió de mis manos.

Tu silencio viene aquí, todas las noches, lo puedo sentir... Cada vez que menciono tu nombre, entre la oscuridad y complicidad, sé que me escuchas, y vienes, como siempre, a llenarme de ti.

Tu silencio viene aquí, todas las noches, para ayudar mi caminara, mis pasos son desesperantes y pesados, realmente pesados, y lo sabes, los puedes ver, entonces vienes a limpiar mi camino porque quieres que continúe hacia "mi vida". Mi vida. Mi vida la he dejado guardada en un cajón y podrás notar que la retomo al llegar a casa para, pronunciar, entre oscuridad y complicidad; tu nombre y así llenarme de ti.

Tu silencio viene aquí, desde tan lejos, para escucharte, a posarte frente a mis ojos que ya no pueden verte, a pretender poder tocarte con mis manos que llenas de esperanza falsa, sangran.

Ya no tengo sonrisa. Ha estado guardada desde que tu silencio me visita...

Soy egoísta y el egoísmo da la cara por mi puesto que haría cualquier cosa por hacerte volver. Sólo para mi.

Tu silencio viene aquí, a dar la cara por ti.

Me duele la soledad que dejaste sin avisar.

Tu silencio viene aquí cada día sin tus manos, sin tus recuerdos míos, sin tu rostro, sin tus besos, sin ti.

Sólo silencio.

Viene aquí, cada noche, me abraza y siento tu respiración.

TENGO



DE TI

miércoles, 23 de noviembre de 2011

TENGO GANAS


Tengo ganas de tu boca. De tus ojos. De tu lengua.
Tengo ganas de tus ganas, de lo que tocas, de tus sueños, de tu sol, de tus miedos, de tus cabellos.

Quiero tu tacto, tu respiración con tus esperanzas.
El sonido de tus mares.
El eco de tus gritos.

Tengo ganas de escaparme y secuestrarte.
Mostrarte cuan profundo es esto que causas y que llenas.

Tengo ganas de los hologramas que dejas ante mis ojos.

Tengo ganas de tu demencia.

Tengo ganas de tus vicios, de tu incoherencia, de tus dedos, de tus pinceles sin sabores.
Quiero tus poemas, tu elocuencia sin diplomacia.

Tengo ganas de tus pensamientos, de tu cama, de tu almohada.

Tengo ganas de tus estrellas, de tus luciérnagas sin libélulas.

Tengo ganas de tus tristezas, de tus desgracias.

La perspicacia de tu mente.

Tengo ganas de tu fuerza, de tu ira, de tu llanto.

Ganas de tus piernas.
De ti.
Tu calor.

De tus palabras torcidas, de tus ojos con desprecio, de tus sueños amargos.

Ganas de tu música, de tus desvelos sin nombres.
De tus pasos de acuarela, de tu voz desafinada, del humo que sale de tus pulmones.

Ganas y más ganas...

Inexistencias...

Luces como distraída, como si no existiera más gente, como si no existiera yo...

Luces como sin sueño, como si no existieran más camas, como si no existiera yo...

Y caminas de una manera, como si no existiera más camino, como si no existiera yo...

Sonríes con un brillo, como si no existieran más estrellas, como si no existiera yo...

Abrazas de una manera, como si no existieran personas a quien amar, como si no existiera yo...

martes, 8 de noviembre de 2011

Algo En Tus Manos


Dame tu tiempo, haremos de el una fiesta, sin disfraces, sin cordura, sin elocuencia.

No sólo lo tendremos con nosotros, lo gastaremos, hablaremos mientras esté muerto, hablaremos de la vida, de los viajes, de los caminos inciertos y de esto que tenemos en las manos antes de que los ejércitos del pasado vengan a arruinarnos y dejarnos sin ganas.

Te tomaré de las manos porque son firmes. Y con firmeza te diré mis verdades dentro de mentiras... Es que soy cobarde y me aterran los fantasmas que se posan sobre mí.

Yo quiero sostenerme de tus manos porque su calor me ha demostrado que no puedo morir si estoy a tu lado...

Pero no estoy a tu lado.

Y comienzo a perder las esperanzas.

Dame tu sonrisa.
Con ella haré una fogata cuyo fuego revivirá mi fe.
Fe que posaré en ti con los ojos cerrados...
Que me dará ánimos para seguir, para buscarte.

Para tener ganas de tu locura.

Dame tus manos como prueba de fe.