martes, 14 de mayo de 2013

Querido lector...

Querido y apreciado lector...

Tengo una confesión...

Lamento mucho haber abandonado este espacio... Esto es una parte de mi, un aliento y un medio de comunicación..

Hoy vine para hablarles de una cosa que me inspirado y pensé que debía compartir... No me importa si esta entrada llega a tener miles de comentarios... Yo solo quiero que sea leída y contemplada. Y releída en cualquier caso.

Verán; tengo 20 años, trabajo en una cafetería de un Centro Cultural de un pueblo, a las afueras de Madrid.
A diario interactúo con muchas personas de todas las edades y todas las personalidades (no todas) pero sí, se ven muchas cosas sorprendentes. Como la de hoy, que por eso he venido hoy a este lugar llamado Mi Escritorio.

Tengo un grupo de amigos, (amigos porque me sacan muchas sonrisas) que sus edades no sobrepasan los 15 años. Marine, de madre francesa que tiene unos ojos sumamente azules y el pelo sumamente rubio tiene 12. Elsa, la morena de padre francés, que esta de acuerdo conmigo cuando le digo que en este mundo hay gente muy loca, tiene 11. Blanca, de padres españoles, tiene 10, rubia también, con grandes ojos de color...y Diego, un hondureño que es tan buena gente que me presta sus videojuegos un mes y yo le presto los míos, él tiene 15.

Hoy llegaron como todos los días, con ese entusiasmo que te hace desear tener 12 otra vez y solo tener preocupaciones de cuando tienes 12.

Después de tanto hablar... me dispongo a secar unos vasos.. Una de las chicas me pregunta ¿por qué eres tan buena con nosotros?
En ese momento sentí un vaso de agua fría en la mente. Por unos segundos no supe que decir, hasta que respondí con la siguiente pregunta llena de vergüenza y cuestionamiento.
¡¿Porque soy buena gente?!
Y responde Elsa: De verdad que sí... Eres una excelente persona...
Y no se la razón de su afirmación, si lo único que hago es reírme y hablar cosas de niños..

En ese momento solté la ira que me carcomía para con mis jefes, porque hacía una semana me habían regañado por la falta de eficacia e incompetencia en mi puesto de trabajo solo porque no había acomodado unas cajas. Y pensé: ¿estarán de coña? ¿ésta es la mejor manera de reclamarme que he desobedecido? . He dado todo para tenerlos contentos.

Pero la amabilidad en estos tiempos se le ha ido de las manos a muchas personas, con lo bonito que es llegar a un sitio y que te digan "Hola, Buenos Días" y luego te vas a la puta mierda si quieres, pero vas satisfecho porque te van a decir: "Hasta Luego, Tenga Un Buen Día".

Hace un par de días, tuve un día...
Era un día donde los padres no eran amables ni con sus propios hijos. Escuche una madre regañar a su hija de tal manera, que pensé: ¿qué me pasa? ¿eso fue muy fuerte o yo estoy muy sensible?
Al terminar el día llegué a mi casa con dolor de cabeza, mi madre me miró a los ojos y puso la cara de 'Se que te pasa algo' y me preguntó: Hija, ¿qué tal tu día?
Y rompí a llorar cual vil niño de 6 años que lo regaña su madre por llenarse las manos de arena...


  Y me dije a mi misma: Tal vez sean unos niños, y no comprenderán muchas cosas de la vida, pero me hicieron sentir mejor...

Querido lector, no he venido a dar una clase de educación, solo espero que si te sientes hundido, o perdido, o triste, no te preocupes, vendrá alguien que te dirá un par de palabras, o vendrán un par de recuerdos, o escucharás un par de canciones y te empujarán y te llenarás de ganas por comerte la vida, y aunque no duren las ganas... No te preocupes... Volverá a pasar... Arriba, abajo. Arriba, abajo. Y así consecutivamente.

Vive.