domingo, 22 de abril de 2012

Lejos

Un puente invisible. 
Un gran océano. 
Mi conciencia. 


Mis zapatos... Desgastados. Tienen la boca cansada de gritar. 
Gritar en nuestras ausencias. 
Mis manos están agotadas de escribir. Repetir. Repetir y repetir. 
Los colores de mis noches no son los mismos desde que decidiste partir. Y entonces mi cama no encuentra piedad. Piedad en los cuerpos que ahora la visitan, y llora... Y eso es tristeza.


Tristeza plasmada en mis ojos. 
Ojos marchitos, sin agua.
Agua y distancia que hay entre tu y yo... 
Impidiendo ser uno solo. 
Difícil amor. 
Amor mío y añorado. 
Bendito. 
Tuyo y mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario