jueves, 13 de agosto de 2009

Así Te Recuerdo

Si pudiera dibujarte…
¡Si tuviera la habilidad!
Algunos días, como hoy, quisiera ser un hábil artista, egoísta tal vez. Te dibujaría solo para mí, sin exhibirte, para mirarte yo en mis madrugadas de soledades; para sentirte cerca y darle figura al aroma que conservo de ti en mí.
Fragancia de paz y ternura que se me escapó de mis manos pero que conservo en mi alma y me niego a soltar, por cobarde quizá, aunque aparento ser fuerte.Pintaría sobre un lienzo una noche oscura con dos lunas, una noche misteriosa de tres o cuatro estrellas dispersas desordenadamente como un caos entre el manto de la noche.
Sin nubes, desnuda y espesa. La noche serían tus ojos, porque así los recuerdos: misteriosos, inspirando siempre el caos en mis pensamientos.Sobre el mismo lienzo, debajo de la noche, un bosque. Lleno de inmensos árboles de un verde vivo: tu rostro. Siempre reflejando la esperanza, miraría tu rostro mil veces para anclar sobre él mis agonías y recordar lo que tú siempre me recordaste.Entre los árboles un río, tímido y alegre, susurrando una canción mientras se esparce a todas direcciones. Un río frío y cálido, puro y cristalino. Cuyas aguas me inviten siempre a sumergirme en ellas, donde pueda refrescarme y volver a vivir siempre que muero.
El río sería tus labios, siempre sonriendo, aún cuando es de noche.Detrás del bosque, más allá del río y de la noche, una montaña: alta y majestuosa, cubierta por una leve neblina, quieta, transparente e intocable, pero accesible, bondadosa, haciendo siempre grato el recorrido cuesta arriba. La neblina, tu alma que me ofrendaste sin rencores ni temores…
Si yo fuera un artista, si tuviera la habilidad… Mi habitación sería una galería de arte llena de retratos tuyos…
Pintados solo para mí…

martes, 11 de agosto de 2009

Sueño Perdido

Soñé que observaba tus ojos, soñé que deslizabas tus dedos sobre mi espalda, sobre mi cuello, mi cuerpo. Cada desliz se convertía en llama que transformaba la esencia que me caracteriza en cenizas, en polvo, mi sonrisa se sentía perdida, se convertía en nada. Cada caricia tuya tan superficial quemaba mis esperanzas y encendía mis tristezas porque sabía que no eras real, sabía que provenías de un mundo artificial, irreal. Eras solo un sueño.

Hablábamos de tantas cosas en ese sueño, que me detuve señalando un comentario que hiciste...

Volví a preguntarte… -¿Una Reina?,¿Qué clase de Reina es? Si las que yo conozco son elegantes, tienen joyas, sirvientes y usan vestidos con colores llamativos…
Entonces fue cuando basto esa mirada para saber la respuesta. Lo supe de inmediato. Era la reina que me estaba cuidando desde hacia algún tiempo.

Soñé también que acariciabas mis manos, diciendo que cada letra que salían de mis dedos debían ser bendecidas. Te detuviste, me miraste, y dijiste… -¿Por qué no puedo estar en el mundo real contigo?

Y con dolor y lágrimas en mis ojos respondí… -Porque tú eres perfecta, y la perfección solo existe en los sueños. Me abrazaste, y esa caricia me desarmo el corazón, abrí mis brazos, armé mis dedos como queriendo dibujarte, deseándote hasta el cansancio, y lo que lograba era hacerme daño, quería despertar y tocarte, quería despertar y abrazarte, besarte, quería dejar mis penas atrás y vivir un momento contigo, solo tú y yo. En un sueño. En una fantasía.

En ese sueño pude notar que tu mirada estaba como perdida, como desorientada, sería el toque irreal que hizo que te viera así, además de tu mirada, en tus manos pude ver esa paciencia, esas ganas de levantarme cuando caigo, esas ganas de apoyarme en lo que es real. Ese cansancio de vencer y cuidar de mí hasta la mínima textura.

Cuando desperté, por un momento me sentí confusa, luego vacía y mucho después... Tu sabes como me sentí... El sol que entraba por mi ventana quemaba mi cara y cada rayo de sol me decía que no eras para mí, me despertaba cada más, y mi interior se ahogaba en llanto, en soledad. Me levanté, camine hacia la puerta y sentí como mis manos querían tocarte, mis ojos querían verte, mis sentidos necesitaban una razón para seguir. Y viví por un segundo lo real y me dije a mí misma que siempre serías un sueño, que nunca volverías a mí.

viernes, 7 de agosto de 2009

Algo Secreto

He buscado entre mis manos una palabra que pueda definirte. Te preguntarás porque en mis manos; es que con ellas toque las tuyas, y descubrí que te conocía desde hace mucho tiempo atrás. Pero eres misterioso, eres como oculto. Eres como la luna cuando esta despejada. Siente vergüenza de estar sola, de sentirse totalmente contemplada.
Todas las noches, cuando te miro, una voz dentro de mi grita, retumba, y se pregunta porque se siente tan vulnerable de admirar semejante belleza. Eres como un caballero de los tiempo aquellos, donde trepaban por ventanas y cantaban una canción, eras como aquel Romeo que cualquier Julieta pudo desear. Eres el beso suspendido de un lucero a una estrella fugaz. Eres el grito de ausencia que llena mi alma porque te elegí pero no estás conmigo. Dejaste centenares de huellas en mi corazón y no te has dado cuenta, me has dado la espalda cuando mas he necesitado de ti. Eres ese "algo secreto" que he descubierto. Antes de partir coloque en tu maleta envoltorios llenos de recuerdos, paquetes repletos de cariño súper-secreto que nunca imaginaste recibir y una enorme caja donde guarde todo lo que siento por tí.
Hoy me pregunto donde esta esa caja, ¿por qué no la abres y te dás cuenta que esa ausencia que juega todas las noches con mi alma al contemplar esa luna esta en complicidad contigo? Esa ausencia quema, duele y atrapa. Es la fecha y sigues sin abrirla, y es noticia vieja si te digo que te extraño. Tienes una parte de mí que no te corresponde, y estoy conciente de que no es lo correcto. Yo… Me encuentro hoy, agonizando entre lágrimas, entre derrumbes y tristezas descubriendo que no soporto esta presencia tuya tan vacía, y tú, ríes, juegas, entre mucha gente y aplausos, entre campeonatos y dinero.
Y es que no es lo material, no es el dinero, o no es la distancia, es este corazón que te aclama, que quiere sentir el olor de tu sangre para vivir, para sanar heridas, para despertar esperanzas, para tener Fe, y para creer en los dos. Si solo me das tu mano, si me dejas descubrir esa palabra que he buscado por mucho.