No escuchas la voz de la agonía calándome los huesos.
O sintiendo mi fuerza aun cuando no amanece.
¿Hace cuánto no sientes el calor de un humano o el enojo de un canino?
Es triste cuando no sabes diferenciar lo frío de lo caliente.
O cuando sólo piensas en agua cuando estás en medio desierto.
Cuando piensas en todo y no tienes absolutamente nada.
O cuando quieres pasarte de listo ante tu familia y fallas porque apenas tu vas, ya ellos vienen..
Y sigues sin saber lo que es esperar... Esperar hasta que duela, hasta que ya no queden colores en las paredes.
Te dejo seguir.
Yo estoy tomando mi camino, como lo he venido pensando hace mucho...
No importa que falle.
Pero no quiero seguir aquí...
Simplemente, esperando por ti... No.
Son buenas letras, dan miedo al alma solitaria... Un abrazo.
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