martes, 17 de abril de 2012

¿Dolor?

Me pinto la cara de rojo, para distinguirme entre la multitud. Rostro rojo, de ira, de tristeza.

Mis pantalones verdes, porque ya nadie viste pantalones verdes. Piernas verdes, dispuestas, cansadas de mi.

Guantes amarillos, para tocar con alegría el viento aunque mis zapatos sean negros, del luto infinito que ha dejado tu cuerpo entre mis sábanas.

Y voy por el sendero que tiene mi color favorito, el sendero que me lleva entre dientes y me regaña, sendero que no es ni negro ni azul, sendero tuyo queriendo que sea mío también.

Voy con mi cabello castaño hasta tus sueños, brincando de árbol en árbol sin pisar ni arruinar nada, sin despertar los ejércitos que ya te cuidan...

Porque quiero llegar sin que lo notes. Darte una sorpresa de muchos colores.

De mi.

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